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El Papa Gabriel VII

El Papa Gabriel VII

(El Patriarca No. 95 de la Iglesia Copta Ortodoxa)

1- Su familia, su residencia y su entrada en el Monasterio de los Siríacos:

Llamado Ibn Mohana (hijo de Mohana), era originario del pueblo de Manshiat Abu Aichas, situado cerca del Monasterio de la Santa Virgen María, conocido como El Moharak (situado en la Provincia de Assiut-Alto Egipto). Su padre fue el arcipreste Jorge Rafael, servidor de la iglesia del Mártir Flobatir Markorios Abu Sifien en El Cairo. Tomó el hábito de monje en el Monasterio de la Santa Virgen María -conocido por el nombre de Monasterio de los Siríacos-, con el nombre de Rafael.

2- Su selección para ser Patriarca:

La silla del Patriarca quedó vacía por un periodo de un año y ocho meses. Los Obispos se reunieron con las personas importantes del pueblo cristiano para elegir como Patriarca a uno de los monjes de los monasterios. Después de mucho tiempo, acordaron elegir al monje arcipreste Rafael como Patriarca.

3-El Patriarca Gabriel VII como Patriarca:

Los ritos de la coronación del monje Rafael Jorge como Patriarca, bajo el nombre de Gabriel VII, Papa No. 95, fueron realizados el domingo 4 Baba 1242 (= 1 Octubre 1525 d.C.), durante los días del Sultán Otomano Soliman Ibn Osman y el Gobernante turco Ahmed Pacha.

4- Sus obras durante el periodo de su patriarcado:

Este Papa dirigió sus esfuerzos hacia la construcción de los monasterios del desierto este de Egipto, o sea, el Monasterio de San Antonios, el Monasterio de San Paula, en el área de Araba, y el Monasterio de Maimoun. Y empleó sus energías en la construccion de las posesiones de la iglesia.

También construyó el palacio del Monasterio de la Santa Virgen María, conocido por El Moharak (Provincia de Assiut-Alto Egipto), las celdas y el muro. Los cristianos de El Cairo, le acusaron injustamente de recaudar el dinero, aunque él esforzó en recogerlo para mantener los edificios de los monasterios, las iglesias y las demás posesiones de las iglesias.

El Monasterio de San Paula fue derribado durante el periodo de su patriarcado a causa del robo hecho por las tribus de Beni Ataya, que saquearon el Monasterio, ahorcaron a uno de los monjes, cogieron los utensilios de la iglesia y dejaron el Monasterio arruinado y sin monjes. El Papa quedó muy triste y se interesó de nuevo en su construcción, pues era muy celoso en lo que atañe a la construcción de los monasterios.

Este Papa gozó de una gran posición y de una autoridad excesiva sobre todos los cristianos.


5- El regreso de Etiopía a los abrazos de la iglesia Copta de San Marcos:

Cuando el 2 de septiembre de 1540 d. C. murió el Rey Dawit II (David II = Emperor Anbasa Segad), que era la razón de la discordia entre las iglesias de Etiopía y de Alejandría, su bendito hijo Gelawdewos, conocido como (Claudius = Emperor Asnaf Sagad I) reinó en Etiopía desde 1540 d.C.

Entre las primeras obras del Rey Gelawdewos se menciona que puso al Patriarca Portugués João Bermudes en sus límites y le informó de que si quería seguir viviendo en Etiopía, tenía que considerarse a sí mismo como un huésped que tenía que ser honrado, pues El Rey no quería estar bajo domino de nadie, sino del Patriarca Copto y de su comunidad.

Este rey ortodoxo envió inmediatamente una delegación al Papa Gabriel VII y le pidió que enviara un Obispo. El Papa eligió a un hombre que se llamaba José, al que nombró como Obispo Yosab III, en 1547 d. C.

Después de la ceremonia de la consagración, el Obispo Yosab III dejó Egipto con la delegación de Etiopía, en dirección a su sede, donde el Rey Gelawdewos y su pueblo le encontraron con excesiva generosidad y deleite. Y así regresaron las relaciones entre los coptos y los etíopes al nivel que había llegado anteriormente, después de haber estado parada durante casi ochenta años. Cuando el Patriarca latino vio que su posición religiosa era inconstante y que estaba solo, regresó a su país y se quedó en él hasta su muerte.

Los historiadores describieron al Rey Gelawdewos como un hombre que tenía coraje y valentía. Se dice que cuando sintió que los musulmanes se dirigían a luchar con él, salió de su país para combatirles. Cuando se entabló la batalla, sus soldados se asustaron con la violencia del fuego enemigo, le dejaron e huyeron y no quedaron con él más que 20 personas de su caballería y dieciocho soldados portugueses, que combatieron hasta la muerte. Los musulmanes le decapitaron y lo tuvieron colgado durante tres años, hasta que un comerciante armenio de Antioquía compró sus restos y los enterró con la dignidad adecuada (Libro “Historia de la Nación Copta”, por Jacob Bec Nakhla).

6-Conversión de la mirada del Papa de Roma hacia juntar a los Coptos de Egipto:

Cuando los esfuerzos del Rey de Constantinopla, Juan VIII, fracasaron para encontrar un acuerdo entre los romanos y los latinos, el Papa de Roma dirigió sus esfuerzos a juntar a los coptos de Egipto con su comunidad. Viendo la crueldad que sufrieron los cristianos de los musulmanes, en particular cuando Egipto estuvo bajo el reino otomano, y que los gobernadores prefirieron a los romanos antes que a los cristianos, y aprovechó de esta oportunidad para someterlos bajo su presidencia y tenerlos bajo su protección (Libro “Historia de la nación copta”). Envió mensajeros al Papa Gabriel pidiendo que la Iglesia Copta se uniese a la Iglesia Latina. El Papa Gabriel recibió a los mensajeros con toda amabilidad y les informó con toda cortesía de que él no renunciaría a preservar los rituales de su sagrada iglesia. Los mensajeros del Papa de Roma le solicitaron, basándose en su autoridad sobre Etiopía, que pida a su Rey que no dañase a los dos sacerdotes romanos. Entonces el Rey les permitió residir en su país en honor al Papa. Pero ellos no mejoraron su comportamiento y su maldad llegó a ser famosa y los etíopes se enfadaron con ellos y decidieron matarlos. Por eso los dos sacerdotes presentaron un informe al Obispo Romano diciendo que Etiopía no va a renunciar a su fe si no era con la fuerza de la espada. El Papa de Roma les convocó a venir a Roma y así fracasó el Papa de Roma en su intento de atraer a Etiopía a su comunidad (Libro “Historia de la Iglesia”, por el arcipreste Menasa).

7-El periodo de su residencia sobre la silla apostólica:

El Papa Gabriel permaneció en la silla apostólica durante un periodo de cuarenta y tres años y 25 días. Murió en Martes 29 Baba 1285 del calendario de los Mártires (= 26 Octubre 1568 d. C.). La razón de su muerte fue que el Sultán Otomano obligó a los comerciantes, los extranjeros, los judíos e incluso los cristianos a pagar 2000 Dinar a causa del viaje del ejército dirigido por Sanan Pacha, el Ministro Otomano. El Papa se dirigió tristemente huyendo de su mal al Monasterio de San Antonios en Meimon, donde embarcó para llegar al Monasterio, pero murió en el barco. Cuando murió, no encontraron ningún dinero con él, solo lo que estaba relacionado con el patriarcado (Libro 391 de los Ritos en el Monasterio de San Antonios).

8-Su muerte y la conmemoración de su recuerdo en la iglesia de San Antonios:

La comunidad del Monasterio de San Antonios registró el recuerdo de la muerte del Papa Gabriel VII sobre el muro de la iglesia de San Antonios bajo el icono de San Antonios y San Paula, con el siguiente texto:

“En el día bendito Martes 29 Baba 1285 del calendario de los santos Mártires, Dios nos conceda sus bendiciones, el Gran Papa entre los Papas, Anba Gabriel, No. 95 de los Patriarcas de la silla de San Marcos, murió en los abrazos de los monjes de este monasterio santo, situado al bordo del mar. Por la fuerza santa de su encanto, su cuerpo santo fue trasladado a El Cairo en 25 Hatour del año anteriormente dicho arriba y su funeral se hizo en la iglesia del Gran Mártir Flobatir Markorious, en El Cairo, y fue enterrado en un nuevo cementerio bajo el cuerpo de San Flobatir. Mientras que los números de los sacerdotes y obispos que acudieron a su funeral por segunda vez fueron ochenta y cinco, el pueblo no pudo ser contado. Este distinguido Papa se sentó sobre la silla patriarcal de San Marcos durante un periodo de cuarenta y tres años y pico. Guio al pueblo de Dios con la mejor atención. Puso grandes esfuerzos en la construcción de los monasterios e iglesias y en sus restauraciones, incluso esta asamblea santa conocida como Monasterio de El Araba, el sitio donde nuestro gran padre San Antonios residió y era el Papa Gabriel quien fundó este Monasterio. Que Dios lo tenga para siempre poblado y que sea abundante de monjes, después de quedar en ruinas y sin que nadie pudiese abrirlo y construirlo, sino este Papa, con quien el enemigo del bien luchó muchas veces para arruinarlo y Dios no se lo permitió”.

“Este Papa murió y el Monasterio quedó poblado con los monjes. El buen Dios construyó este Monasterio Santo durante los días de este Papa, que estuvo rezando para ello hasta su último suspiro. Que Dios permita descansar a su alma en el Paraíso y que tenga misericordia de la persona que escribió este mensaje con sus oraciones. Amén y la gracia a Dios sea para siempre”. La comunidad de este Monasterio registró este recuerdo también en el Libro No. 391 de los Ritos, conservado en su biblioteca.

La comunidad del Monasterio no se satisfecho con esto, sino conmemoró el recuerdo de este honorable Papa en los libros de la biblioteca del Monasterio, pues en el final del Libro no. 209 de la Teología, leemos en un margen:

“Cuando fue el día bendito de Martes 29 Baba del año 1285 del calendario de los santos Mártires, el Gran Papa entre los Papas, Anba Gabriel, No. 95 de los Patriarcas, murió y su alma santa se trasladó a las moradas de los santos, al lugar de la luz, después de pasar en la silla de San Marcos cuarenta y tres años. En el mes en que fue nombrado Papa es también el mes en que murió”.

“Este padre era muy alto y moderado en el semblante. El Espíritu Santo estaba en él y hacía profundos esfuerzos en la oración, en el ayuno, en el eremítico y en la construcción de los monasterios. Esto le proporcionó muchas alegrías, aunque también sufrió angustias por este asunto y se alegró mucho por su estabilidad. Durante su periodo, el Monasterio de San Antonios en el área de Araba (en la provincia del Mar Rojo) fue abierto y lo construyó muy bien tanto espiritual como materialmente. Y también el Monasterio del Gran San Paula, situado por encima del Monasterio de San Antonios. Además construyó el Monasterio de San Antonios, conocido como el Monasterio del árbol de sicómoro, donde residió San Antonios al principio. Una nueva construcción que se le hizo admirable. Murió en los abrazos de nuestros Padres; Abraham, Isaac y Jacob en el Paraíso, y con sus peticiones que Dios nos cuida, nos libra de nuestros pecados con sus oraciones y nos abre las puertas de su misericordia”.