Monuments del Monasterio
El Monasterio de La Santa Virgen María
(conocido por el nombre de Monasterio de Los Siríacos)
Los Monumentos del Monasterio
La antigua Fortaleza
A la derecha de la puerta monumental del Monasterio, en la parte oeste, se encuentra una alta fortaleza en la que los monjes se refugieron para ponerse a salvo de los ataques de los bereberes y otros pueblos invasores. Tanto la fortaleza como las murallas del Monasterio datan del siglo IX d.C.
La altura de esta fortaleza alcanza casi los 18 metros, mide 14 metros de largo y 13de ancho. Consta de cuatros pisos. La puerta, de madera gruesa, se encuentra en el segundo piso y es levadiza, lo que hace la fortaleza inexpugnable. Cuando es necesario, se levanta por medio de unas cadenas. Cada piso tiene anchas habitaciones.
En 1782 d. C. el Señor Ibrahim El Gohary restauró esta fortaleza, así como la iglesia del Arcángel Miguel, que se encuentra encima. El Señor El Gohary hizo un iconostasio ("portador de iconos") con incrustaciones de marfil para esta iglesia. Hay un documento en el que se lee que El Gohary se interesó en hacer este iconostasio en el año 1498 de los mártires (1782 d. C.).
En esta iglesia se celebra el día del Arcángel Miguel (el día 12 de cada mes copto). Los monjes rezan toda la noche hasta la madrugada, alabando a Dios, y al llegar la mañana se celebra la misa.
El Arcángel Miguel es el patrón y guardián de los monjes. Por eso en cada monasterio se encuentra encima de su fortaleza una iglesia dedicada al Arcángel Miguel, que es el ángel protector.
El Señor Ibrahim El Gohary era conocido por su generosidad y sus regalos a los monasterios e iglesias pobres. Un día envió al Monasterio 150 kilos de altramuces, que fueron puestos debajo de la fortaleza. Los restos de los altramuces han permanecido aún en la fortaleza hasta hoy día. Los altramuces eran la comida de los monjes durante su estancia en la fortaleza.
Esta alta fortaleza parece desde la distancia la vela de un barco, ya que se dice que el Monasterio fue construido como el Arca de Noé. El Monasterio es rectangular y la fortaleza le precede como la vela de este barco y la parte posterior del Monasterio como el timón. Las arenas que limitan con sus murallas son como las olas del mar. Así se simboliza que el Monasterio es un barco que lleva a sus viajeros (los monjes) hasta la tierra firme al terminar su viaje en este mundo.
Las murallas
Las murallas del Monasterio se consideran las más altas en el desierto. El promedio de su altura es de 12 metros y encima se compone de pisos. Hay partes que sobresalen hacia fuera para que las arenas no se acumulen alrededor de las murallas (esta es una teoría arquitectónica maravillosa).
En 1902, una gran parte de las murallas del norte del Monasterio se cayeron, enfrente del Palacio de Hospitalidad que existió anterioremente al este de la iglesia de los Siríacos. El padre Máximos, Abad del Monasterio en este tiempo, las reconstruyó, utilizando más de cien obreros, que le proporcionó el cura Abdel Kodous (que vivió la vida de la simplicidad y la piedad y murió a los 90 años). Este trabajo fue apoyado por el Papa Kyrollos V, aficionado a los monasterios y en particular al Monasterio de los Siríacos.
La Puerta de Predicciones
Es la puerta del altar central de la iglesia de la Santa Virgen María (de los Siríacos). Fue hecha en 914 d.C., en la era del Padre Mousa (jefe de la sección Siríaca en el monasterio), en los días del Papa Gabriel I (No. 57), Patriarca de Alejandría, y el Papa Juan IV, Patriarca de Antioquía.
La puerta representa la relación que enlaza a las iglesias de Alejandría y de Antioquía, y también explica –mediante símbolos– las etapas que pasará la iglesia desde el Cristianismo hasta el fin del mundo.
Encima de la parte izquierda de la puerta (en la primera fila) hay un icono de Nuestro Señor Jesucristo, a su lado el apóstol San Marcos (el primer Papa de Alejandría) y también el Santo Dioscoros (quien defendió la fe cristina y es uno de los más famosos Papas de Alejandría).
Arriba, en la parte derecha de la puerta (en la primera fila), hay un icono de la Santa Virgen María. A su lado está el Santo y Mártir Agnatios de Antioquía (primer Papa de Antioquía).
Después de la primera fila, cada hoja de la puerta se divide en seis partes que manifiestan cada una de ellas una etapa histórica por las que pasó o pasará la iglesia (desde arriba hasta abajo):
- Etapa de la persecución:
- Etapa de la expansión de la fe Cristiana:
- Etapa de la aparición del Islam (era del estado islámico):
- Etapa de las desviaciones y herejías:
- Etapa de debilidad y tibieza espiritual:
- Etapa de la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo:
Hay círculos (representan las persecuciones) alrededor de la cruz. La cruz es grande y clara y penetra los círculos y se enlaza con las otras cruces como referencia a la fuerza, la adherencia y la solidez de la fe.
Hay seis círculos que incluyen cada uno de ellos una cruz como referencia a los seis centros principales del Cristianismo en el Mundo (Alejandría – Antioquía – Jerusalén – Roma – Constantinopla – Éfeso).
Hay la luna y algunos adornos islámicos que rodean la cruz.
En esta etapa se intentó desviar la fe, por eso hay seis cruces de forma torcida (irregular) y en el centro hay dos cruces rectas, como referencia a que la iglesia conservará su fe aunque las herejías aumenten.
Hay muchas cruces no claras y divididas, como referencia a la debilidad y la tibieza.
Una cruz grande y clara rodeada de unos rayos de luz.
El árbol de San Afram el Siríaco
San Afram el Siríaco vino a finales del siglo IV, orientado por el cielo, a Egipto para visitar a San Bishoy en su cueva.
Dios quería mostrar su santidad y su humildad, y por ello su bastón se convirtió en un árbol de tamarindo, conocido por su nombre hasta el día de hoy, en que sigue dando frutos, aunque data de hace casi 1600 años.
La cueva de San Bishoy
Data de la segunda parte del siglo IV. En ella vivió San Bishoy solo durante casi 35 años. En esta cueva, Nuestro Señor Jesucristo se le apareció tres veces a San Bishoy.
San Bishoy rezaba día y noche y, para no dormirse durante sus oraciones nocturnas, ataba sus cabellos con una cuerda fijada en el techo de la cueva. Esta cueva se encuentra actualmente en la parte de atrás de la iglesia de la Santa Virgen María (de los Siríacos). San Bishoy escogió este lugar lejos de su monasterio y de su iglesia para huir hacia la vida de soledad y de tranquilidad.